SAN SEBASTIAN DE BERRUGUETE
Nos encontramos ante
una escultura de bulto redondo que representa a San Sebastián,
un mártir del S.III que fue ejecutado en su segundo enfrentamiento contra el
emperador Maximiano.
El retablo del convento
de San Benito fue mandado esculpir por los benedictinos de Valladolid que
contactaron con Berruguete tras su llegada de Italia. Fue tallado y montado
entre 1527 y 1532.
Berruguete
tiene un estilo muy particular, nervioso, donde la pasión y el movimiento se
desatan, quitando importancia a la perfección para dársela al dramatismo.
Este
recibió influencias de grandes
artistas como Donatello, Leonardo y Miguel Ángel durante su estancia en Roma,
esto le permitió participar en la gestación del movimiento Manierista
que consiste en el alargamiento de la figura, la tensión desenfrenada,
violentas contorsiones, la inestabilidad...
Tras
su vuelta a España, Berruguete realizó las creaciones más geniales: el retablo
de la Mejorada de Olmedo y el Retablo de San Benito el Real de Valladolid.
Los benedictinos
contactaron con este ya que, deseaban modernizar la iconografía religiosa e
introducción las novedades renacentistas. Como podemos encontrar en las obras
de Donatello, en los esclavos de Miguel
Ángel y en los desnudos de las tumbas de los Medici en Florencia.
Esta obra esta tallada en madera, ricamente policromada y abundante dorado. Estas
obras talladas en madera se cubrían con varias capas de yeso y pintura y luego
se le da un lustre especial para dar color y textura para que se asemeje a la
piel humana. De este modo se contribuye a aumentar el gusto hispano por la
madera como material inmejorable para las obras religiosas.
Las figuras de
Berruguete pueden llegar a ser la definición perfecta del sentimiento de angustia espiritual. Esta angustia es representada a
través de expresiones ausentes o doloridas (boca abierta, ojos oblicuos,
apretando entrecejo). En esta escultura llamada San Sebastián, sabemos que su
angustia se debe a su ejecución.
San Sebastián aparece
adherido a un tronco, al cual se adapta su figura, este es un claro ejemplo de
la postura inestable típica de las figuras de Berruguete. Esta postura es
conocida como la Forma Serpentinata,
característica del Manierismo Italiano, esta se caracteriza por dar forma de
“S” a las figuras, esta debe ser contemplada desde varios puntos de vista y no
solo desde uno, podemos decir además que esta es una extensión del contraposto
de la Antigüedad Clásica.
El
desnudo del cuerpo humano está completamente conseguido y los ropajes, finos y
adheridos a la anatomía del cuerpo, refuerzan el dinamismo de la figura.
Como
ya hemos nombrado antes, esta escultura presenta una enorme abundancia de oro
aplicado en ropajes, cabellos, objeto, fondo… que ayuda a lograr el efecto
sobrenatural de lo representado.
Berruguete fue
considerado uno de los máximos exponentes de la Escuela de Valladolid en el
siglo XVI, fue tan famoso en Castilla como Miguel Ángel en Italia ya que fue el
primero en traer a la escultura y pintura española el aire del cinquecento manierista italiano.
Las obras de este
fueron una referencia para los artistas del Renacimiento, trajo de Italia una nueva manera de expresar el arte.
El Barroco en España se vio
influenciado ya que el tallado en madera y la policromía eran usados
exclusivamente en la escultura religiosa, como podemos observar en los retablos
y los pasos procesionales.
Actualmente,
se encuentra en el Museo Nacional de
Escultura de Valladolid. Este fue retirado del retablo y expuesto en dicho
museo.
Ana Ibáñez, Carmen Romero y Cristina Blas.
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