La Sagrada Familia del pajarito es una
obra pictórica barroca que pertenece
al siglo XVII.
Fue realizada en 1650 y es quizá, una de las obras más populares del artista
sevillano Bartolomé Murillo.
Bartolomé Murillo (1617- 1682)
es uno de los pintores más destacados del Barroco español, que perteneció a la escuela andaluza. Nació en Sevilla en
el seno de una familia de catorce hermanos, a los nueve años quedó huérfano y cinco
años después, entró a formar parte de una de las
cuatro grandes escuelas que había en Sevilla, la de Juan del Castillo, donde se
formó como pintor.
Durante toda su vida trabajó en Sevilla donde
realizó su primer encargo importante, una serie de lienzos destinados al
claustro de San Francisco el Grande. La serie se compone de trece cuadros, uno
de los más destacados es La cocina de los ángeles.
Después de pintar dos grandes lienzos para la catedral de Sevilla,
empezó a especializarse en los dos temas que mejor caracterizan su personalidad
artística: la Virgen con el Niño y la
Inmaculada Concepción, de los que realizó multitud de versiones.
Sus vírgenes son siempre mujeres jóvenes y dulces, inspiradas
seguramente en sevillanas conocidas del artista. Aparecen rodeadas de ángeles,
niños, nubes y luces que las envuelven en una atmósfera vaporosa. También se
pueden encontrar rasgos semejantes en su representación de Jesús niño como El
Buen Pastor.
Murillo representó también a niños de la calle, que parecen relacionados
con la novela picaresca. Estos aparecen descalzos, visten con ropa vieja y
parece deducirse que tienen que robar para subsistir, como se puede observar en
su obra Los niños comiendo fruta.
Así mismo también representó algunas figuras femeninas como La
muchacha con flores.
En 1660, tras una
estancia de dos años en Madrid (1658-1660), funda una Academia de Pintura junto con Francisco de Herrera.
Su carrera artística finalizó
en 1682 con su obra Los Desposorios de
Santa Catalina, ya que falleció
mientras trabajaba en ella, a consecuencia de una caída desde un andamio.
Centrándonos en la obra, fue realizada en óleo sobre lienzo y responde a la técnica tenebrista del Barroco. Mide
144 x 188 cm y recibe este nombre debido al pajarito que el niño está
mostrando con la mano derecha al perro que se encuentra a sus pies.
A pesar de ser una
escena, en apariencia, familiar y cotidiana, en realidad se trata de un tema religioso y los personajes que aparecen son la
Virgen María, San José y el Niño Jesús.
En la obra se puede
observar a La Virgen María devanando una madeja de hilo, mientras contempla a
su marido, San José y a su hijo el Niño Jesús. Este se encuentra apoyado en los
brazos de su padre mostrando una escena tierna entre padre e hijo, ambos
protagonistas de la obra.
La importancia
concedida a San José es fruto de las ideas contrarreformistas de valorización
de su figura. Aquí lo vemos representado como un buen padre con un rostro
inteligente y paciente, quedando la figura de La Virgen María en segundo plano.
Respecto a su composición se puede
observar un triángulo en el centro
de la imagen formado por San José, el niño Jesús y el perro que se encuentra en
el suelo. Estos tres personajes también forman una línea diagonal formada por sus miradas entrecruzadas. La Virgen se
encuentra en un segundo plano colocando así como personajes principales a San
José y al Niño, lo que aporta profundidad al cuadro.
En la obra encontramos movimiento marcado por
la rueca que esta hilando la Virgen ya que su hilo se encuentra en movimiento.
En referencia a los colores, podemos apreciar un contraste entre claros y oscuros.
El fondo de la escena representada es oscuro, lo que hace que los rostros de
los personajes destaquen más.
La obra en general tiene una tonalidad oscura donde
destaca la tela que San José tiene sobre sus piernas de color oro cálido y el
blanco frío de la ropa del niño Jesús, de la tela de la cesta de labores de la
Virgen María y del perro.
La luz que entra por la izquierda del cuadro provoca fuertes
contrastes de luz y sombra, dejando el fondo en total penumbra.
El artista trata con cuidado cada uno de los detalles de la escena así, tras la
figura de San José podemos observar su banco de trabajo y a los pies de María
el cesto de la costura con las tareas que debe realizar, ambos simbolizan el
trabajo. También se pueden observar los pliegues en el manto de San José o el
gesto delicado del perrito.
Para finalizar, esta
obra fue llevada a París por José I donde formó parte del Museo Napoleón. Más tarde, en 1819, ingresó en el Museo del Prado donde se encuentra actualmente. La obra
muestra claras influencias de autores como Zurbarán y Ribera.
hola que ase?
ResponderEliminarle da like o ke ase?
ResponderEliminarde parte de javichu xdxdxdxdx
ResponderEliminarTe gusto la abuela de...ya sabes
ResponderEliminar..
No me quiero casar con ella
ResponderEliminarcon quien??? con la abu o con...ya sabes
ResponderEliminarwhatttt?????
ResponderEliminar