Los fusilamientos del tres de mayo
Una de las obras
maestras de Francisco de Goya ,Los fusilamientos
del tres de Mayo.
Francisco de Goya y Lucientes ,nace en Fuendetodos (Zaragoza) el 30 de Marzo del año 1746, en el seno de
una familia de posición social media. Aunque no fue un artista precoz, demostró
temprana afición al dibujo. Destaca porque su personalidad artística, no se sometía a normas ni exigencias.
Goya es llamado en 1774
a Madrid para trabajar como cartonista en la Real Fábrica de Tapices, a través
de ellos refleja una visión optimista de la vida madrileña y de las costumbres
populares. A lo largo de estos años
empezó a realizar numerosos retratos
, uno de los géneros que cultivó con verdadera maestría , gracias a ello se
convirtió en el mejor retratista de su tiempo lo que le proporcionó éxito y
fortuna.
En 1792 cayó en la
enfermedad de la sordera, aunque
cabe destacar que por su extraordinaria vitalidad la consiguió superar y con 50
años Goya inicia una obra gráfica(dibujos
y grabados) que tendrá una influencia decisiva en el siglo XIX.
A finales de 1807 los ejércitos de Napoleón atravesaron España.
La Guerra de Independencia marca un
nuevo hito en su vida que le lleva a una amarga reflexión sobre la
irracionalidad latente en la naturaleza humana y a un profundo pesimismo . Goya
refleja su visión de los hechos en dos obras magistrales: El dos de mayo y Los fusilamientos del tres de mayo.
En el reinado de Fernando VII su desencanto aumenta y realizó su
etapa conocida como las Pinturas Negras,
auténticas imágenes de pesadilla y verdaderas imágenes de horror que nos
muestran el lado más oscuro de la vida.
En 1823 abandona España
y marcha a Burdeos , donde murió cinco años más tarde.
En cuanto al tema, es histórico ya que plasma los
acontecimientos ocurridos en 1808 . Napoleón había
invadido España y la casa real tenía que seguir sus órdenes.
El 2 de mayo de 1808 el pueblo
madrileño intentó evitar la salida del infante Don Francisco hacia Francia. Se
descontroló y las tropas francesas dispararon contra el pueblo madrileño, esto
es conocido como los levantamientos del 2 de mayo. El estallido de la
Guerra de Independencia en mayo de 1808 supuso un gran conflicto interno
para Goya, ya que su ideología liberal le acerca a los afrancesados mientras
que su patriotismo lo atrae hacia los que están luchando contra los franceses.
Por ello en el cuadro se puede apreciar una visión patriótica del 3 de mayo.
Goya lo realizó con posterioridad y plasma cómo pudo ser el episodio tan
violento y cruel en el cual muestra
su oposición contraria a esos hechos y da una lección contra la irracionalidad del ser humano.
El artista demuestra un absoluto dominio de la composición, un
extraordinario sentido del espacio y la luz, una progresiva fluidez en su pincelada y una paleta de
amplio colorido.
La
escena es un exterior nocturno,
indefinido, pero que históricamente se sabe que fue la montaña de Príncipe Pío,
al fondo podemos observar un pequeño pueblo.
En la composición del cuadro hay dos
grupos enfrentados y contrapuestos: en primer lugar los españoles en los que vemos los ejecutados , ofreciendo su cara
al espectador y en segundo lugar el
grupo de los franceses que están ejecutando a los patriotas. Los soldados
están de espaldas al espectador , no se aprecian sus rostros puesto que Goya no
le dio importancia ya que son verdugos anónimos, máquinas de matar que ejecutan
órdenes. Su formación es perfecta ya que están alineados y con un movimiento
unísono en todos ellos.
Dentro del primer grupo hay tres
grupos: los que están a la espera de ser fusilados y que ven con horror su futuro, los que están siendo fusilados y los muertos.
Un hombre cuyo cuerpo yace en el suelo con los brazos extendidos
presagia el destino de los rebeldes que aún permanecen en pie. El siguiente
personaje que va a ser fusilado, ocupa el centro
de la composición, y resalta del resto de los personajes. Posee los brazos
extendidos hacia arriba, esto nos recuerda a un crucificado, y si nos fijamos
bien en sus manos se observan estigmas en las palmas. Con este detalle Goya
pretende hacer ver que el asesinato de indefensos es una realidad que se repite
una y otra vez, no solo en esta guerra, sino de todas las formas de crueldad.
Encontramos líneas diagonales, la que forma la montaña
del príncipe Pío y otra la del pelotón de fusilamiento. También tenemos líneas
ondulantes de brazos y sables y las horizontales de los fusiles que dan a la
escena un intenso dramatismo. Goya compuso este lienzo de modo que el
espectador se viese obligado a contemplar la escena desde la posición de los
soldados; de este modo el espectador capta la angustia y el miedo.
En cuanto al color Goya utiliza una paleta de tonos oscuros como el negro, color primario que simboliza la
muerte; y los grises y algún toque verde, colores secundarios. También predomina la gama cromática de los colores
cálidos que forman los ocres, marrones y el color amarillo anaranjado de
los pantalones que simboliza la muerte; estos son colores secundarios y el rojo
de la sangre, color primario. Los colores oscuros contrastan con el blanco
(color primario) de la camisa del hombre que alza las manos. Podríamos decir de
esta composición que sigue un "crescendo"
cromático que va desde el blanco de la camisa del civil, hasta el negro de
algunas vestimentas de los soldados. Estilísticamente, no podemos olvidar aquí
el peso de la escuela tenebrista, que sin duda debió influir en Goya. Así,
figuras como Ribalta o Ribera, que tanto arraigo tuvieron en España.
Respecto al tratamiento de la luz es bastante peculiar; predomina un
fuerte contraste entre la oscuridad predominante en el fondo del cuadro y la
parte de nuestra derecha compuesta por los soldados franceses que se quedan en
penumbra, frente a la luz que proviene de la camisa blanca, los
pantalones amarillos y el farol que ilumina a la gran masa de españoles, para
darles importancia por su lucha y entrega.
Este cuadro transmite una gran sensación de horror, auténtico dramatismo,
angustia y miedo reflejada en los rostros de todas las personas representadas y
que nos sirve para hacernos una idea de la dureza y violencia que caracterizó
esta guerra.
Es un óleo sobre lienzo
que se encuentra en el museo del prado y mide 2.68 por 347cm, algunas influencias en
otros cuadros son ; La ejecución de
Maximiliano de Manet y Matanza en
Corea de Picasso.
Estos hechos los observó
Goya con su criado Isidro “Desde esta misma ventana vio mi amo los
fusilamientos con un catalejo en la mano derecha y un trabuco cargado con un
puñado de balas en la izquierda. Si llegan a venir los franceses por aquí, mi
amo y yo seríamos otras víctimas ,más.”
Isidro contó también que
al acercarse la medianoche Goya le ordenó que cogiese el trabuco y le
siguiese:” Fuimos a la montaña del Príncipe Pío, donde aún estaban insepultos
los pobres fusilados. Era noche de luna, pero como el cielo estaba lleno de
negros nubarrones tan pronto hacía claro como oscuro. Los pelos se me pusieron
de punta cuando vi que mi amo, con el trabuco en una mano y la cartera en la
otra, me guiaba hacia los muertos (...).
Luego, sentandonos en un
ribazo, a cuyo pie estaban los muertos, mi amo abrió su cartera, la colocó
sobre sus rodillas y esperó a que la luna atravesase un nubarrón que la
ocultaba. Bajo el ribazo revoloteaba,gruñía y jadeaba algo (...), pero mi amo
seguía tan tranquilo preparando su lápiz y su cartón. Al fin la luna alumbró
como si fuera de día. En medio de charcos de sangre vimos una porción de
cadáveres, unos boca abajo, otros boca arriba..”
Por ello el dramatismo
de la obra parecía captado directamente de la realidad.
Alejandra
Lacueva y Ana Górriz
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