BRUTUS BARBERINI
Esta obra es un retrato funerario romano llamado Brutus Barberini, cuyo autor es anónimo, aunque recibe el nombre de
Barberini porque así era cómo se llamaba la persona que la compró en el S.XVII
la escultura.
Brutus pertenece a finales del S.I y actualmente se encuentra en el Palacio de los Conservadores de Roma.
El género escultórico más importante de Roma
es el retrato, sobre todo de busto.
Las características de la escultura romana son heredadas de Grecia por el empleo del canon de 8 cabezas, que alarga la
figura, y por el contraposto clásico,
también de la escultura etrusca por
la búsqueda del realismo y expresividad, que preocupaban no ser
bien representadas.
La retratística romana, basándose en los
etruscos, empezaron creando máscaras
funerarias de cera extraídas de los rasgos del fallecido, únicamente al
principio sólo los patricios que habían ejercido cargos públicos tenían derecho
a estos retratos. Posteriormente se comenzó a realizar a personas vivas.
Este retrato trataba de reflejar con
fidelidad los rasgos del retratado son omitir defectos, creando ese realismo.
Brutus es una escultura exenta de bulto redondo que ha sido tallada a tamaño natural en
mármol blanco y mide 1’65 m. Representa a un senador portando en la mano 2 bustos de sus antepasados seguramente
esculpidos a través de máscaras mortuorias que solo las familias romanas que
tenían cierto poder, hacían de sus ante pasados, venerándolos con imágenes
realistas que se han conocido como ‘’Imagines
Maiourus’’.
Dichas esculturas tenían un carácter privado
en la que su veneración se llevaba a cabo dentro de las capillas que las
familias tenían en sus casas.
Éste aparece de pie con una túnica que se sujeta con una fíbula, son piezas metálicas utilizadas
antiguamente para sujetar prendas que componían la vestimenta; ésta era
representada con una clara alusión a su condición social, un símbolo del
Patriciado, perteneciendo así a la modalidad
del togato que consiste en representar a un senador que viste una toga, con
muchos pliegues típica de su rango, utilizando a la vez la técnica de los paños mojados y precisamente es así como se consigue
un juego de luces y sombras.
En Barberini se aprecia un ligero
contraposto griego creando ese equilibrio entre la relajación y tensión ya que
se apoya en una columna tallada con
decoración vegetal.
Los rostros de las 3 figuras tienen un
carácter sereno e incluso solemne, predomina la visión frontal y una
verticalidad que se rompe con el contraposto
La figura central muestra arrugas faciales, ausencia de pelo y nariz grande. El de los dos bustos que sujeta tienen una expresión más serena aunque carece de arrugas y esto le resta realismo.
Su finalidad es transmitir el orgullo de un patricio romano representado por los retratos realistas de sus familiares que le da sensación de superioridad, símbolo de su importancia social y privilegios.
Desirée Tavira.
Irene Doñate.
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