Las ciudades romanas.
En primer lugar debemos decir que el urbanismo es la ciencia y técnica de
construir y ordenar los núcleos urbanos adecuándolos en la disposición, la
estética, el emplazamiento y los servicios trazados de calles, entre otros, a
las necesidades de la persona concebida a la vez como individuo y ser social.
Las ciudades romanas presentan un planteamiento
urbanístico que organiza una ciudad mediante el diseño de sus calles en ángulo
recto creando manzanas rectangulares o cuadrangulares y creando un trazado hipodámico. Este término deriva
del nombre del arquitecto griego que lo diseño, Hipodomo de Mileto, considerado
uno de los padres del urbanismo y cuyos planos
de organización de las ciudades se caracterizaban por un diseño de las
calles rectilíneas que se cruzaban en ángulo recto, llamado también plano ortogonal. Las ciudades se
organizan creando manzanas (insulae), esta característica en términos
arquitectónicos se consideran trazado en
damero.
En todas ciudades romanas hay dos calles principales
y más importantes que cruzan la ciudad, una de ellas es el cardo que tiene dirección norte-sur, y la otra es el decumano con dirección este-oeste.
El resto de las calles de la ciudad son más estrechas y se inscriben dentro de
las manzanas (insulae) en las que se divide el territorio de la ciudad.
La ciudad estaba ocupada por viviendas, los
ciudadanos más acomodados llamados patricios, vivían en casas situadas a las
afueras de las ciudades llamadas domus o villas, por otro lado los más humildes
vivían en pisos de la ciudad llamados insulae, estos eran un lugar de
residencia que poseían una altura de tres o cuatro pisos.
Además las ciudades romanas desarrollaron su propia
morfología. Los romanos trataron de construir su entorno urbano digno para vivir,
por lo que consideraron necesario las redes de saneamiento como el
alcantarillado, la traída de aguas a través de acueductos, los puentes,
mercados para mejorar la vida pública… Fruto de su gran esplendor
arquitectónico en todas las ciudades había edificios públicos para el Gobierno,
el culto y la diversión como los foros, basílicas, teatros, anfiteatros,
circos… También en las ciudades había otros edificios con motivo de adorno y
conmemoraciones como las columnas y los arcos del triunfo.
Las ciudades romanas tuvieron influencia griega,
etrusca y también tuvieron influencia de los campamentos romanos situados en
las tierras colonizadas.
Las ciudades romanas deben parte de su estructura al
urbanismo griego diseñado por el arquitecto Hipódamo de Mileto, este fue el
primero que estableció unas bases en el desarrollo del urbanismo en las
ciudades, concretamente en las ciudades griegas, creando un trazado hipodámico
presente también en todas las ciudades romanas. En la arquitectura romana
adoptaron elementos griegos pero con un nuevo valor más práctico.
Los etruscos también tuvieron una gran influencia en
la primera Roma, pero no solo de carácter arquitectónico, sino que también de
carácter social, cultural y político.
Estos contribuyeron al desarrollo de la ciudad, y sus campos aportando
sus capacidades en la planificación urbanística, ingeniera y en la construcción
de acueductos.
Otra influencia que tuvo el urbanismo romano fue el
campamento romano, creado en las tierras que conquistaban y colonizaban los romanos.
El campamento estaba rodeado por una muralla, esto se estableció también en las
ciudades romanas, además los campamentos tenían cuatro grandes puertas: al
norte, al sur, al este y al oeste, que conducían el cardo y el damero y que las
ciudades adoptaron en su plano urbanístico.
Al
hablar de las ciudades romanas también debemos de hablar de lugares importantes
que hay en ellas. En Roma no primaba únicamente el engrandecimiento del espíritu,
sino también el engrandecer el propio imperio. Algunos lugares importantes de
las ciudades romanas son los siguientes:
El foro es el punto más destacado de la ciudad romana, es un
espacio abierto entorno al cual se sitúan los edificios más importantes y donde
se desarrolla la vida pública. Allí se ubican edificios destinados al comercio,
la religión, el ocio, y la justicia. Destacamos el foro de la ciudad de Roma
por el tamaño que adquirió esta ciudad y el afán por quedar en la historia de
los distintos emperadores. De esta forma se levantaron los fotos de Augusto, Vespesiano
o Trajano.
Los templos se levantaban sobre un podio que poseía una
escalinata de acceso únicamente por uno de sus lados menores, por lo que
provocaba la ruptura de la simetría. Sin duda el templo más importante es el
Panteón.
La
basílica era un edificio de planta rectangular constituida por naves separadas
por columnas. Estaban preparadas para albergar en su interior gran cantidad de
gente. Buenos ejemplos que encontramos en diferentes zonas del imperio son la
de Maguncio o Constantino.
Las termas eran lugares de gran popularidad en época romana. En
ellas se podían realizar multitud de actividades a parte de los baños. Había
desde diferentes modalidades deportivas hasta poseer o leer en una biblioteca,
por tanto es un lugar dedicado al ocio. Interiormente se organizaban en
diferentes zonas. Conservamos multitud de restos de termas en diferentes puntos
del imperio como las termas de Caracalla o las termas de la itálica en
Santiponce.
Los monumentos conmemorativos, dentro de ellos había dos tipologías, la columna
conmemorativa como la columna trajana que quizá sea la más destacada o la columna de Marco Aurelio. Los arcos del
triunfo solían conmemorar victorias militares, algunos ejemplos son el arco de
Tito, el séptimo severo o el Constantino.
Dentro
de los edificios dedicados al ocio
también podemos encontrar anfiteatros, como el anfiteatro de Verona, o el
circo, como el circo máximo de Roma.
Una
de las ciudades romanas mejor conservada es Florencia porque en el casco
antiguo su cardo y decumano se encuentran bien definidos y cuidados. También
Valencia o Valentia Edetanorum, se conserva en el subsuelo del centro arqueológico
las cosas originales del cardo y decumano como los restos de los baños y pozos.
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