EL DISCÓBOLO
El Discóbolo es una de las esculturas más famosas del periodo
clásico griego, realizada en el Siglo V por el gran broncista Mirón.
Nacido en
Eleuteras, Mirón fue famoso por sus
representaciones de atletas. Trabajaba principalmente en bronce, material que permite crear posturas más dinámicas y
conseguir detalles más finos y realistas.
En el año 460 a.C. Mirón a través de la
técnica de la cera pérdida plasmó la
famosa escultura del Discóbolo. Esta técnica consiste en un proceso escultórico
antiguo con el cual se elaboraba un prototipo modelado en arcilla y
posteriormente se cubría con una capa de cera de abeja. Una vez cubierto, se
volvía a cubrir con una gruesa capa de material blando como el yeso. Acto
seguido, cuando se solidificaba, se le realizaba una abertura en la parte
superior y otra en la inferior. Finalmente vertían el bronce fundido por la
abertura superior, disolviendo toda la cera y expulsándola por la abertura
inferior. Por último se cerraba la abertura inferior y se dejaba que se
solidificara. Mediante este método se lograba conseguir una escultura bañada en
bronce.
Los romanos realizaron numerosas copias del
Discóbolo en mármol tallado que se encuentran dispersas en museos de todo el
mundo, como el Museo Nacional Romano o el Museo Británico.
Nos
encontramos en el periodo clásico en el que
los avances respecto al periodo anterior fueron sutilmente notables.
Destaca Atenas, ciudad en la que se
invertía bastante dinero en el ámbito del arte, decorando templos, calles y
edificios. Atenas se encontraba en un gran
auge debido a la victoria sobre los persas en las Guerras Médicas.
El término
Discóbolo significa lanzador de disco,
uno de los deportes más tradicionales de
la antigua Grecia. La apariencia física de los atletas era objeto de admiración
ya que no tenían ningún grupo de
músculos desarrollados en exceso, lo que realzaba la armonía de sus
proporciones.
El deporte en la antigüedad era mucho más valioso, pues
recogía un amplio espectro de valores. Los Juegos Olímpicos eran unos de los
cuatro juegos panhelénicos celebrados en distintas ciudades helenas y sin duda
eran los más importantes ya que estaban dedicados al Dios Zeus Olímpico. El
discóbolo seguramente fue construido en honor a algún gran atleta de la época
ya que se buscaba plasmar un hombre ideal y no personificaban a alguien
puntualmente.
La obra es
por su localización, vinculada al
urbanismo debido a que fue realizada para ser colocada en una calle de
Atenas.
La
escultura es exenta de bulto redondo
porque se puede visualizar desde todos los ángulos.
Respecto a
la composición, regida por la matemática y utilizada a través del canon (Cabeza
como medida) la figura resulta idealizada
y proporcional con un canon un tanto esbelto, midiendo 1’55 cm, y poco
musculoso comparado con otras esculturas. Mirón utiliza diagonales dobles que se contrapesan entre sí, creando
dinamismo en las distintas partes del cuerpo, que esta armonizado al
contraponer movimientos contrarios.
También,
está construida sobre el equilibrio de
dos arcos que se cortan: El primero está formado por los brazos y hombros,
hasta el pie levantado, El segundo lo forman la cabeza, la espalda y una
continuación hacia el pie que sostiene la mayor parte del cuerpo. La figura
contiene un gran dinamismo recreando el momento previo al enderezamiento del
cuerpo del atleta para lanzar el disco. A esto le podemos denominar movimiento en potencia.
El
discóbolo es innovador, pero no rompe del todo con el estilo severo. Podemos
observar que el rostro no se corresponde
con el esfuerzo, además de pecar de una cierta frontalidad, apreciable si
se observa desde una posición lateral.
El modelado de la escultura resulta un tanto plano (Como por ejemplo en el
pelo y en los músculos) que no permite excesivos claroscuros. En el broce
original, se generaría otra sensación, haciendo resbalar la luz. Aunque nos
encontramos con una escultura monocroma,
muy probablemente el original se encontraría policromado como era habitual en
la época.
Podemos
observar que el rostro no transmite ni sentimientos ni expresiones, siendo próximo a la sonrisa arcaica y
estereotipada, llamando a este fenómeno ``Ethos´´
Respecto a
las motivaciones del estilo, se representa el
ideal del hombre cultivado por el mundo clásico, sin contenido religioso. Se orienta en un lanzador de disco debido
a que era uno de los deportes más importantes de la época.
Varios
pintores famosos han hecho referencia en alguna pintura al Discóbolo, siendo
además fuente de inspiración en una gran cantidad de artistas de esculturas.
Varios ejemplos son ``El Atleta Cósmico´´ de Salvador Dalí, además de otras
obras de Vicente Van Gogh y Pablo Picasso. Como curiosidad, el Discóbolo
también ha sido representado en sellos.
Luis Ibáñez y Carlos Ubé.
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