miércoles, 12 de noviembre de 2014

FRISO DE LAS PANATENEAS

El friso de las Panateneas es una de las obras más importantes de Fidias, gran escultor griego del estilo clásico. Fue uno de los máximos artífices de la revolución cultural y artística que vivió Atenas en tiempos de Pericles. Estadista empeñado en hacer de la Acrópolis de Atenas un signo majestuoso de la grandeza de la ciudad. Fidias inicialmente practicó la pintura, como su padre Cármides, pero enseguida orientó su actividad artística hacia la escultura. A los 30 años ya era famoso por sus bronces de la Atenea Promachos, realizada con el botín procedente de la batalla de Maratón y que decoraba la Acrópolis.
Su localización original era el templo del Partenón. Actualmente se sitúa en el Museo Británico (Londres), en el museo de la Acrópolis (Atenas) y en el museo de Louvre (París).
Desde el punto de vista del contexto histórico de Antenas este friso pertenece al siglo V a.C. Esta etapa estuvo marcada por el crecimiento económico y demográfico ya que los conflictos bélicos se extendieron en el tiempo y causaron grandes muertes y muchos destrozos. La economía estaba basada en la minería, la artesanía y el comercio. Su estructura social era muy cerrada distinguiéndose entre ciudadanos, metecos y esclavos. El núcleo de la civilización griega era la ciudad-estado. Los griegos conocieron gran variedad de regímenes políticos. El arte griego se convirtió en un eficaz vehículo del prestigio de sus gobernantes y de las creencias religiosas de esta civilización.
Se trata de la parte mejor conservada de la decoración escultórica del Partenón. El friso está realizado en mármol blanco y su longitud es de 1’60 m por uno de alto de los cuales se conservan 1’28m. Era policromado pero el color se ha ido perdiendo con el paso de los años y su composición era de alto relieve, esto es, las figuras resaltan más de la mitad de su grosor sobre su entorno. También de bajo relieve, era una técnica escultórica para confeccionar imágenes en los muros que se consigue remarcando los bordes del dibujo y rebajando el muro, tallando las figuras que sobresales ligeramente del fondo, con lo que se obtiene un efecto tridimensional. Por último el medio relieve cuyas figuras sobresalen del fondo aproximadamente la mitad. Como se trata de un relieve la pieza ha sido concebida para ser vista desde un único punto de vista, el frontal.
La escultura estaba perfectamente proporcionada. Había una ausencia de rigidez en las personas y actitudes que caracterizan la obra de gracia, armonía y equilibrio. Las figuras estaban realizadas con la técnica de paños mojados, conocida desde la antigüedad griega y nace del interés por el estudio de la anatomía humana. Esta técnica consisten en esculpir finos ropajes sobre los cuerpos como si se pegaran a él por estar húmedos de forma que se vislumbra la anatomía humana de forma muy insinuante, el cuerpo aparece vestido y desnudo a la vez, es un juego de sutilezas muy interesante y que ha tenido gran importancia en el mundo de la escultura. Los rostros que todavía se conservan expresan confianza y serenidad.
En esta obra aparecen doce dioses en el lado este del friso, sentados sobre taburetes sin respaldo, excepto Zeus que aparece en su trono. Es por ello que Fidias es conocido como escultor de dioses. También aparecen en este friso las distintas clases sociales y animales.
Las figuras tenían movimiento ya que representaban un desfile que se realizaba cada cuatro años en Atenas para conmemorar la batalla de Maratón. De aquí viene el nombre de Panateneas. Las Panateneas era las celebraciones religiosas más antiguas e importantes de Atenas.
En el lado oeste se encuentran los preparativos mientras que en los lados norte y sur la procesión y en el este la entrega del peplo sagrado, dicho peplo era una túnica femenina de la Antigua Grecia que llevaban las mujeres anteriores a los años 500 a.C. es una pieza rectangular de grandes pliegues doblada en dos para cubrir el cuerpo y luego cosida con el fin de formar una especie de tubo cilíndrico donde la parte superior desciende sobre el pecho. Las dos mitades de la tela son unidas por un alfiler sobre cada hombro.

La función de este friso era simplemente adornar toda la parte superior del Partenón y a su vez representar una de las procesiones más importantes. En algunas de las zonas del friso llegaban a incluirse apliques de bronce para resaltar coronas y otros objetos, pero todo esto se ha perdido.










Raquel Vivas y Celia Alfanjarín

No hay comentarios:

Publicar un comentario