MEZQUITA DE CÓRDOBA
Antes de introducirnos en esta impresionante obra arquitectónica
debemos situarla en el tiempo, en este caso la importancia es notoria ya que se
sitúa en el momento histórico en el cual la península se encontraba ocupada por
los musulmanes.
Las peculiaridades del arte musulmán se
encuentran impregnadas por los elementos de la religiosidad musulmana, la
arquitectura islámica presente en la península ibérica es el fruto de elementos
visigodos, con sus rasgos bizantinos y germánicos y su fuerte cuota del legado
cultural provincial romano y los elementos traídos por los musulmanes desde
oriente. Entre los elementos traídos por los musulmanes también se encuentran
presentes los elementos bizantinos y clásicos.
Tras la
llegada en 711 principalmente como objetivo expandir el Islam encontramos siete
grandes periodos, en los cuales su contruccion se sitúa entre el 785 y el 987. Es
consecuencia de una serie de ampliaciones y reformas acometidas por los
sucesivos dirigentes del gobierno de Córdoba entre esos años. La primera
mezquita es la que levanta Abd al-Rahman I entre el 785 y el 788 sobre el solar
de la antigua Iglesia visigoda
de San Vicente. Sin lugar a dudas es el edificio más importante del Califato en el
arte hispanomusulmán, es una típica Mezquita que responde a los criterios
generales de cualquier mezquita. Su construcción se va completando a lo largo
de un amplio periodo de tiempo que abarcaría desde el siglo VIII al X, como consecuencia de una serie de ampliaciones y
reformas acometidas por los sucesivos dignatarios del gobierno
cordobés.
Entre las diferentes partes de la mezquita de Córdoba
diferenciamos:
Mihrab: Decoración basada en el yeso y el mosaico delante de la cual se
leía el Corán. Se creó para conmemorar la presencia del profeta como primer
Imán.
Maqsura: Lugar
separado para los sequitos, solo para hombres cuando acuden a la mezquita los
viernes. Está situada delante del mihrab. Suele tener una techumbre plana,
hacen una bóveda de nervios cruzadas, la cubren con una bóveda gallonada y
arcos de Herraduras
Haram: Sala con naves corridas con la peculiaridad de ser la más altas mezclan
la columna con su capitel y su fuste y luego aparecen arcos; Arcos de herradura
.También hay bóvedas de nervios.
Fuente: para las abluciones rituales obligatorias. Se
sitúa en el patio.
Patio de la mezquita:
Destinadas para el rezo de las mujeres. En él puede haber una fuente para
realizar las abluciones menores, un aljibe con un pozo y árboles, que en
Córdoba son naranjos y palmeras. La fachada de la sala de oración está abierta
a él mediante grandes arcos.
Alminar: es una
torre que sirve para la llamada a la oración. Cuya función era hacerse oír
sobre el ruido de fondo de la ciudad, servir de reclamo o guía visual a los
fieles y hacer las veces de “marca” territorial o emblema de la presencia del
Islam.
Puertas: a pesar
de no tener función de fachada propiamente dicha, el portal simboliza el
umbral, el lugar de paso entre dos mundos, del “bullicio externo” a la paz
interior de la mezquita.
Muro externo: Sirve
para cerrar un espacio, este muro se refuerza en el exterior con contrafuertes
y dan paso a diecinueve puertas y sobretodo estos muros dan como una forma de
protección.
Encontramos tres ampliaciones importantes,
Ah derraman II amplió la sala de oración en ocho tramos hacia el
sur, fruto de los contactos políticos con el califato oriental y de la llegada
de personajes de Oriente a la
Península.. .
Segunda Ampliación (S. X)
En el año 929, Ah derraman III se proclama califa, pasando a ser
Córdoba la capital del mayor y más influyente reino islámico de occidente. La
única intervención de la Alhama
fue un nuevo alminar y la ampliación del patio. El alminar se convierte en el
primero de occidente. Así mismo Ah derraman se ve obligado a reforzar los arcos
que comunican el oratorio cubierto con el patio de las abluciones, deformado
por los empujes de las naves. En la puerta principal de entrada al templo desde
el patio coloca un gran arco de herradura sobre el preexistente y construye una
bóveda de cañón entre ambos.
En él, debido a la falta de luminosidad, se colocan una serie de
bóvedas, permiten la iluminación del lugar.
Estas bóvedas están formadas por gruesos y grandes nervios dejando
un espacio abierto entre ellos. Esta solución constructiva será muy utilizada
posteriormente por el arte mudéjar, denominándose bóveda de nervios califal. La
maqsura está decorada con zócalos labrados en mármol ornamentados con motivos
de origen sirio y con mosaicos de teselas vítreas, dotando a este espacio de un
especial colorido similar a las construcciones bizantinas. El interior del
mihrab es de planta octogonal, cerrado por una majestuosa cúpula en forma de
venera.
Tercera Ampliación (987)
La última
gran ampliación la lleva a cabo el visir Almanzor a finales del siglo X. La inminente
caída del califato se observa en la pobreza de materiales empleados en esta
zona. Ante la imposibilidad de realizar un aumento hacia el sur, debido a la
próxima ubicación del río Guadalquivir, Almanzor opta por añadir ocho naves más
en dirección este.
Su elaboración el mismo emperador de Bizancio,
regaló mosaicos de procedencia oriental al califa. De entre su exuberante
ornamentación podemos destacar la
decoración epigráfica que reproduce versículos del Corán en escritura árabe, la
profusa decoración vegetal y la geométrica. Las tonalidades doradas y azules
destacan en los mosaicos hechos de polvo de vidrio.
El arte musulmán tendió a
conjugar los elementos estructurales con los ornamentales, tendió al
ilusionismo más radical por el que las cosas no aparentaban ser lo que
eran.
Todos los
motivos decorativos se utilizan formando series continuas ininterrumpidas con
arreglo a ese sentido de lo infinito tan desarrollado entre los pueblos
orientales y que, dentro del arte islámico, responde a la estética del “horror
vacui”, que recordamos por los romanos en la columna Trajana.
Una línea
enlaza con otra, se entrecruzan, espacios que crean juegos de luces y sombras a
través de sus líneas, como en el caso de las celosías. Decoración que otorga
belleza a todo tipo de material, mármol, madera, piedra, yeso, cerámica. Ya que
utilizaban materiales pobres y luego se encargaban de recubrirlos para dar la
sensación de lujo. Esto lo podemos observar en el arte mudéjar de nuestra
ciudad.
La escritura es uno de los motivos más comunes en la
decoración de la mezquita junto con la técnica del ataurique y la geométrica.
Un aspecto interesante de la mezquita es su limitado número
de símbolos. El Islam evitaba los símbolos, así como también se mostró muy
reacio a las imágenes.
El edificio resume por sí solo el arte del Emirato
y el esplendor del Califato hasta la llegada del periodo de Reinos Taifas. Sus
ampliaciones van asociadas al crecimiento físico, económico cultural de Córdoba
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