miércoles, 11 de febrero de 2015

CONDOTTIERO GATTAMELATA



Situada en la plaza de San Antonio en Padua Italia luce imperante la gran escultura en bronce del famoso artista Quatroccentista Donatello. La escultura está realizada en honor al condottiero Erasmo de Narni y su elaboración duró desde 1447 hasta 1453. Este condottiero de la República Veneta, era un caudillo de la ciudad de Padua y jefe de los ejércitos mercenarios al servicio de Venecia. Era conocido como Condottiero Gattamelata, en italiano gata melosa apodado así por su suave personalidad.
Este retrato ecuestre consta de unas dimensiones de 340 x 390 centímetros sobre un pedestal de mármol de 7,8 metros de altura en donde se encuentran las cenizas el dictador de la ciudad de Padua.

El condottiero fue realizado durante el Quattrocento renacentista italiano, el cual se desarrolló a lo largo del siglo XV. El año clave para que se diera este movimiento es 1453 cuando el Imperio Turco conquista Constantinopla. Este movimiento cultural filosófico y social hace que el arte clásico resurja y con él, el antropocentrismo, que se vuelve fundamental en la cultura de la época. También aparecen los mecenas y se retoman los valores de orden belleza y proporción tan propios del arte griego y romano. La ciudad más destacada de la Italia Quattroncentista es Florencia, que rivaliza con Roma para ver cuál de los dos centro culturales de la época tiene las mejores manifestaciones artísticas.

Donatello fue una artista renacentista que destacó por varios de sus obras como el David o San Jorge. El clasicismo más vigoroso de Donatello se muestra a partir de 1425 cuando empieza a trabajar con Michelizzo.

Respecto a la escultura ecuestre de Condottiero Gattamelata se cree que está inspirada en el retrato ecuestre de Marco Aurelio por sus rasgos en común como el material, bronce, la gran escala el sentido del equilibrio y la dignidad del análisis psicológico del personaje aunque otras fuentes la relacionan con las esculturas de los caballos de la iglesia de San Marcos de Venecia por su semejanza con sus patas traseras que parecen estar a punto de avanzar.

Si observamos la escultura podemos observar cierto naturalismo y serenidad, rasgos típicos del Quattrocento. El retrato está realizado para glorificar el personaje y resultar la virtud militar que se remarca en la forma de dirigir al caballo sin violencia pero con autoridad sustentado por la posición del bastón de mando.
El guerrero se mueve lentamente en la plaza, en una marcha de conquista, unido al caballo que avanza firmemente y sin excitación. En la parte superior del monumento se representa al general en el momento de pasar revista a las tropas conteniendo y en sus manos las riendas de un fogoso y vigoroso caballo tratado con un detallismo y realismo igual al del jinete.
Su rostro muestra la dignidad del retrato romano desafiante adulto y enérgico y su vestimenta la coraza que nos remite a la serie estatua toracatae. Movimiento y tensión contenidos domine la composición, como siento el conjunto se quisiera mostrar una mezcla entre la dignidad antigua y un cierto sentido de control de alguien que supo manejar las riendas de diversas situaciones y guiar firmemente a su destino.

Respecto al jinete podemos afirmar que se trata de un hombre mayor intentando representar no sólo realismo sin una madurez adquirida con los años en su carrera militar. Gattamelata avanza con la cabeza descubierta y sin presencia de un yelmo para realzar la figura del hombre, propia del Renacimiento italiano y la corriente antropocentrista .el rostro de concentración del dictador representa la inversión al momento previo del hombre que se enfrenta la batalla.

En cuanto a la figura del caballo, su postura es elegante, valiente y natural, estando perfectamente proporcionado. Asimismo, tiene un gran detallismo y realismo al igual que el jinete. La cabeza ladeada le da un efecto pausado y sereno mientras que la montura le proporciona sensación de movimiento en las patas punto para lograr equilibrio, Donatello hace que el caballo tenga una pata apoyada sobre una bola.
La cabeza ligeramente ladeada y la cola , dotan la composición de un efecto pausado, sereno y más o menos cerrado, como es de esperar en un estilo que como el Renacimiento aspira reproducir los principios estéticos del mundo clásico.

En la escultura se puede ver la alegoría de un tirano. Lleva al caballo, que es el pueblo, con una mano dura y los dirige golpeandolos con grandes espuelas. Sobre la pata derecha del caballo se encuentra una esfera que representa el mundo a sus pies pero que además le equilibrio. Es considerado como un monumento más funerario que para glorificar al héroe, Donatello creó un cenotafio.

Como conclusión podemos afirmar que el Condottiero Gattamelata es una obra que refleja muchos de los valores del Quattrocento renacentista pero que sin embargo, fue eclipsada por otras grandes obras renacentistas.

Para finalizar el comentario es preciso incluir una cita de Vasari, arquitecto, pintor y escritor italiano considerado uno de los primeros historiadores de arte:
En esta obra, Donatello demostró tanto arte, y la fundición resultó tan noble en las proporciones en su bondad, que en verdad se le puede comparar con las mejores esculturas de la antigüedad, por su movimiento, dibujo, proporciones y ejecución. Por eso, no sólo llenó de asombro a los hombres de aquel entonces, sino que aún ahora solo es posible, contemplarla con admiración.



Carlos Ubé y Luis Ibáñez.






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