DAVID DE MIGUEL ÁNGEL:
Habitualmente se reconoce a Miguel
Ángel como la gran figura del Renacimiento italiano, un hombre cuya
excepcional personalidad artística dominó el panorama creativo del siglo
XVI. Durante los cerca de setenta años que duró su carrera, Miguel Ángel
cultivó por igual la pintura, la escultura y la arquitectura,
con resultados extraordinarios en cada una de estas facetas artísticas
El
David original se localiza actualmente en la Galería de la Academia en
Florencia (Italia).
En cuanto al contexto
histórico de la obra se sitúa en el estilo del Renacimiento Italiano del
Cinquecento. Los Médici asumieron el poder de Florencia, transformándose en
Signori de la ciudad Toscana, donde la República sería la forma de gobierno,
pero los Signori abandonaron el poder y Soderini se convirtió en la máxima
autoridad de Florencia.
Mientras duró la
República existieron fuertes tensiones entre los partidarios de la vuelta de
los Médici a la ciudad y aquellos que se oponían.
La
escultura del David fue encargada a Miguel Ángel, originariamente, por
los canónigos (ayudante del obispo) de la Catedral de Florencia, pero una vez
terminada, el gremio de mercaderes de lana de la ciudad decidió adquirirla para
situarla frente al Palacio de la Señoría, sede del gobierno de la
ciudad.
En el análisis
simbólico si bien Donatello había representado el mismo tema en el momento
posterior a la victoria sobre el gigante Goliat, Miguel Ángel elige un momento
de gran tensión espiritual y física, el de la preparación previa al
enfrentamiento con el gigante, cuya cabeza no aparece derrotada a sus pies,
como era usual en otras representaciones. El joven David pone todos sus
músculos en tensión y observa atentamente al enemigo que imaginariamente se
sitúa frente a él.
El David representa
a gran tamaño a este rey bíblico al estilo clásico: desnudo y como atleta, que
porta en su mano izquierda una honda apoyada sobre su hombro y en la derecha
una piedra. Son claramente apreciables los rasgos del rostro, el cabello
rizado, la musculatura, la diartrosis y el contrapposto de la figura.
Las características
más significativas del David de Miguel Ángel son:
Primero es
construida sobre un bloque de mármol comenzado a esculpir 40 años antes por
Agostino Di Duccio, que incapaz de darle la forma deseada, lo había abandonado
en los almacenes de la Catedral de Florencia.
Será Miguel Ángel
quien tras una breve estancia en Roma reciba el encargo de los administradores
de Santa María in Flore y aprovechar ésta pieza marmórea.
Tras la Piedad del Vaticano
y la Virgen de las Brujas, esculpe el David, considerada como la obra
culminante de su etapa de juventud.
Con su tamaño
colosal, lo ejecuta en apenas 3 años.
Como ya sabemos es
una escultura exenta de bulto redondo de 4’34 m de altura, el método que
utilizó para la obra realizada sobre mármol es el cincel.
Toda la obra
respira un aire clásico: la curva praxiteliana, la preocupación por la
musculatura o la propia orientación temática lo confirman.
La cabeza se mueve
hacia la derecha ofreciendo el perfil al espectador que lo mira frentalmente.
Una pierna ligeramente doblada avanza
hacia delante, mientras la otra está tensa. El movimiento es contenido con los
rasgos típicos de un luchador que se apresta al combate. Esa expectación se
traduce en la mirada que es penetrante y mediante la tensión corporal
como la musculatura, que es perceptible en los tendones y las venas, ningún
miembro está relajado.
La cabeza
nos permite percibir la pasión del rostro, es la misma expresión fuerte,
dramática, del Moisés, del Esclavo... es la terribilitá de Miguel Ángel
o terribilitá miguelanesca.
El artista no
representa la acción sino su impulso moral. Aunque la obra está hecha
para ser vista de frente, es sólo aparente, pues su giro de cabeza obliga a
cambiar su punto de mirada.
Para que la tensión
no pueda confundirse con un absoluto equilibrio, Miguel Ángel emplea el
contraposto y aumenta los volúmenes de ciertas partes del cuerpo que simbolizan
la fortaleza del rey David, tales rasgos son perceptibles en el tamaño de la
cabeza cuyo canon corresponde a 1/8 del total del cuerpo y en la
potencia y tamaño de la mano derecha que sujeta la piedra, arma que el rey
empleará para derrotar a Goliat.
La escultura ha
sufrido numerosos daños como por ejemplo: mientras se trasladaba la
escultura a la Plaza de la Señoría, fue apedreado por unos jóvenes partidarios
de los Médici, un rayo cayó sobre la base de la escultura, durante la revuelta
popular se le amputó el brazo izquierdo tras caerle un banco desde una ventana,
fue repuesto 16 años después. En otro año se limpió la escultura con ácido
clorhídrico eliminándose una capa protectora que Miguel Ángel había aplicado al
David.
Finalmente,
fue trasladado de la Plaza de la Señoría a la Galería de la Academia para
evitar que fuera dañado y actualmente hay una réplica en la Plaza de la
Señoría.
En cuanto a las finalidades,
hay varias, pero cabe destacar que presenta la libertad y perfección de los
ideales renacentistas de la belleza masculina y un símbolo representativo de la
libertad de la república florentina.
Desirée Tavira e Irene Doñate.
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