sábado, 16 de mayo de 2015

LAS TAHITIANAS DE GAUGUIN

Nos encontramos ante un óleo sobre lienzo realizado en 1891 por el pintor francés Paul Gauguin. Dicha obra pertenece al postimpresionismo desarrollado a finales del siglo XIX y principios del XX, el cual utilizó el movimiento impresionista como punto de partida y fuente de inspiración.
Algunas de las características más destacadas de este movimiento son las siguientes: individualidad del artista, es decir, cada  pintor tiene su estilo propio, rompen con las normas establecidas, como por ejemplo la perspectiva y se da mayor importancia al dibujo que al color.
Paul Gauguin nació el 7 de junio de 1848 en París  y pasó los primeros años de su infancia en Perú, donde su padre murió, y tras ello su familia y él volvieron a Francia. Allí estudió, se embarcó en la marina mercante y  se convirtió en un agente de bolsa de París con éxito.
Esta situación cambio debido al hundimiento de la bolsa en 1883, que hizo que Gauguin pasara de ser un aficionado al arte a  dedicarse por completo a la pintura.
A lo largo de su vida artística vivió en diferentes lugares y realizo diversos viajes por todo el mundo, por los cuales su pintura se vio influenciada. Además recibió otras influencias  de artistas como Pissarro y Cezánne.
Uno de los viajes más destacados fue en 1891 que viajo a Tahití para evadirse de la sociedad europea de su época, buscando una naturaleza extraña, lejana y exótica, con gentes  no corrompidas por el progreso, lo artificial y lo material.
Las características esenciales de su pintura experimentaron pocos cambios, mantuvo la expresividad cromática, el rechazo a la perspectiva y la utilización de formas amplias y planas. Sin embargo, influido por el ambiente tropical y la cultura polinesia, su obra fue cobrando fuerza expresiva a medida que el tema se fue haciendo más característico, la escala de sus cuadros mayor y sus composiciones más simples. Su temática abarco desde escenas de la vida cotidiana hasta inquietantes escenas de desconfianza.
Las Tahitianas es una obra que el artista realizó durante su primer año de estancia en Polinesia. Las mujeres indígenas y su vida cotidiana se convirtieron en las principales protagonistas de sus cuadros, por ello, en este lienzo aparecen dos jóvenes tahitianas sentadas en la playa, una de ellas realiza un trabajo artesanal mientras que la otra tiene una actitud pensativa.
Las jóvenes aparecen en posturas enfrentadas, es decir, una de espaldas y otra de frente. Una de ellas viste una falda decorada a la moda indígena que llamo tanto la atención al artista y la otra joven un vestido rosa típico de las misioneras.
La técnica utilizada en este lienzo es el  “cloissonismo”, una técnica desarrollada en el siglo XIX que utiliza colores planos en contornos oscuros, perfectamente limitados, consiguiendo de esta forma que destaquen sobre el fondo. Se caracteriza por su efecto decorativo, su calidad formal y sus pinturas no tienen profundidad ni sombras.
En cuanto a la composición, es simple y se divide en dos triángulos formados por cada una de las mujeres. También encontramos un eje horizontal en la línea del mar y otro vertical que divide la escena en dos partes. La perspectiva en el cuadro no cobra gran protagonismo, ya que para Gauguin el verdadero protagonista era el color.
Predominan los colores cálidos como el marrón-amarillo de la arena, el rosa del vestido de la joven de la derecha y el rojo del pareo de la joven de la derecha. En contraposición se observan colores fríos como el blanco de la camisa y el verde y azul del mar.
Este lienzo de 69 cm x 91,5 cm se localiza en el museo de Orsay de París y  también es conocido con el nombre de “Tahitianas en la playa”. Cabe destacar que existen diferentes representación de este mismo cuadro.






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