viernes, 15 de mayo de 2015

PÁJARO EN EL ESPACIO


La escultura del Pájaro en el Espacio pertenece a una serie de esculturas llamadas El Pájaro, las cuales fueron realizadas por Brancusi y en las que aparecen las figuras de un pájaro que progresivamente se van disolviendo en el espacio de manera ascendente.

Constantin Brancusi nació en Rumanía en 1876, en una familia campesina y aprendió a tallar en una tienda de manera autodidacta. Una de sus tallas llamó la atención de un filántropo que le subvencionó los estudios en una escuela de arte y posteriormente trabajó en el estudio de Rodin donde sólo estuvo dos meses. Hacia 1910 conoció autores como Picasso o Duchamp, y a partir de ahí inició su propio estilo. Por un lado, realizó figuras talladas en piedra con un estilo primitivo y por otro lado realizó formas muy refinadas y pulidas.

Sus obras más famosas fueron: Pájaro en el Espacio, el Pez y la Columna sin fin. En total realizó 215 esculturas e influyó en movimientos artísticos posteriores como el surrealismo y el minimalismo.

La escultura exenta de bulto redondo mide de alto 183 centímetros y el material con la que está realizada es el bronce fundido y posteriormente pulido y dorado, llegando a alcanzar una textura lisa.

Esta escultura es una de las quince que tiene sobre la serie del pájaro. El primero de la serie es un pájaro poco estilizado y todavía reconocible, que se irá estilizando más y más a medida que la secuencia progresa siendo la escultura a comentar la última y más estilizada figura.

En la obra, Brancusi simplifica mucho la forma del pájaro, que además de retratarlo, intenta captar la esencia del vuelo y un tema secundario, la conquista del espacio.

El bronce perfectamente pulido refleja gratamente la luz, siendo estos reflejos los que intensifican el movimiento ascendente del vuelo de pájaro a medida que el observado se mueve alrededor de él.

En cuanto al pedestal del El pájaro en el espacio, es de piedra, dividido en dos partes con un elemento cilíndrico superior y un bloque cruciforme debajo. Originariamente la escultura descansaba sobre la base de un par de pirámides, una invertida sobre la otra. Este contraste entre la masa pesada de la base de piedra frente a la ligereza del pájaro es lo que Brancusi quería, interpretando que el pájaro se eleva de una tierra pesada hacia el espacio.

Brancusi era un genio de la talla directa, respetando las cualidades del material a tallar para penetrar en el interior puro de este, buscando formas simples y estilizadas para encontrar la belleza. Por este motivo, el escultor rumano nunca pensaba que era el momento de acabar sus obras, con un afán perfeccionista en el que consigue que el propio aire que rodea la escultura forme parte de su obra.

Como conclusión y pequeña curiosidad cabe decir que esta decimoquinta escultura de su serie se subastó por 27 millones de dólares en el año 2005.



                                                                                                          Carlos Ubé y Luis Ibáñez





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